David’s dream II. 2025. Pastel de óleo sobre papel. 21x29,7 cm (x5)
“El espectador ha de dejarse llevar por la imagen, disolverse en ella, caerse en ella. Se trata de exprimir al máximo la poética de la imagen como observación (...) Romper la imagen del que mira como un sujeto pasivo ante la obra. El espectador sería por el contrario muy activo, al igual que el creador, pues en el acto de mirar, en el acto de observar, se encuentra implícita una construcción propia, cargada de interpretaciones, de historias personales, de referentes que varían claramente de un sujeto a otro. El acto de mirar se volvería pues, en un acto activo en el que domina la creación”
David Barro. La pintura como acontecimiento de lo imposible.